Zelaya asegura que insistirá en la Constituyente cuando retome el poder en Honduras

Al ser interrogado sobre si, de reasumir su mandato, estaría dispuesto a renunciar a su propuesta de organizar una consulta para preguntarle a la población sobre si desea la convocatoria de una Constituyente, alegó que desistir de la idea sería como traicionar a la población, que es la que defiende los cambios en la constitución.

“No se trata de una decisión mía. Es un problema de voluntad política, no puedo traicionar a todo el pueblo y abandonar el proceso”, afirmó en la entrevista, publicada hoy por Folha de Sao Paulo.

“El pueblo me envió 500.000 firmas que decían: ‘queremos ser consultados’. Por eso establecimos un proceso para consultar la opinión pública. Eso fue lo que provocó la ruptura y el golpe. No temen la consulta. Lo que temen es que el pueblo se organice y tenga voz, que tome decisiones. Eso les causa miedo”, afirmó.

Zelaya admitió que la consulta popular sobre la Asamblea Constituyente no estaba prevista en su programa de Gobierno pero que no puede negarse a atender una petición de la población.

“Lo que hace un gobernante es escuchar al pueblo. No estaba proponiendo una Constituyente para mi gobierno. Lo único que propuse fue escuchar al pueblo”, dijo.

El destituido gobernante negó las acusaciones de que su intención sea enmendar la Constitución para poder ser reelegido y aclaró que quien establece la posibilidad de la reelección es la Asamblea Constituyente y no su gobierno.

“Yo no tengo hoy ningún interés en eso (la reelección). Creo que es un tema de discusión para el futuro, no para mi gobierno”, afirmó.

Cuando se le preguntó sobre su acercamiento a Hugo Chávez y la supuesta influencia del presidente venezolano en su país, afirmó que “el único país que realmente tiene influencia en Honduras es Estados Unidos”.

“El presidente Chávez no tiene ninguna influencia en Honduras. Él tiene el reconocimiento hondureño por su liderazgo como demócrata y como un presidente muy activo en América Latina. Es un prejuicio querer convertir los procesos naturales de cambio en Honduras en procesos ideológicos”, afirmó.

Zelaya aprovechó la entrevista para pedir una mayor presión de la comunidad internacional sobre los golpistas.

“La comunidad internacional está tomando medidas, pero son insuficientes. El pueblo está en la calle resistiendo, la comunidad internacional está presionando, pero los golpistas son intransigentes”, afirmó.

Aseguró que la los otros países y organizaciones internacionales deben entender que, ante un golpe de Estado, no bastan medidas diplomáticas sino que son necesarios mecanismos efectivos que realmente impacten a los golpistas y medidas económicas que restrinjan su circulación en diferentes países.

Honduras se encuentra sumido en una profunda crisis política desde el pasado 28 de junio, cuando Zelaya fue expulsado del poder en un golpe de Estado y el Congreso nombró en su lugar a Roberto Micheletti, quien no cuenta con el reconocimiento internacional.

Domingo 19 de Julio de 2009

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