El Presidente Manuel Zelaya se encuentra cercado en la Embajada
Brasileña en Tegucigalpa.
Esta será la primera vez desde el golpe que la administración Obama toma un rol de liderazgo en presiona a los lideres del gobierno de facto para reestablecer el orden democrático en Honduras. El escalamiento de presiones viene después de meses de aparentes conversaciones infructuosas sobre si Zelaya debe retornar al poder. El nuevo esfuerzo comienza el viernes, según funcionarios, cuando la Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton realizó llamadas tanto al Sr. Zelaya y al jefe del
gobierno de facto, Roberto Micheletti.
En esas llamadas, según expresan funcionarios, la Sra. Clinton dijo a ambos lideres que había una “creciente frustración” en los Estados Unidos y América Latina sobre la deteriorada situación en Honduras, en el tercer país mas pobre del hemisferio. Ella reservó sus comentarios más duros para el Sr. Micheletti, según uncionarios, porque los Estados Unidos consideran que ha sido “el más difícil”. “Durante la llamada, el (Micheletti)
uso la mayor parte del tiempo para hablar del pasado”, dijo un funcionario del Departamento de Estado. “Ella (Clinton) quería hablar del futuro”.
Entre otras cosas, el Sr. Micheletti ha rechazado aceptar ningún arreglo político que permita el regreso al poder de Zelaya. El ha demandado que la comunidad internacional que declare que la expulsión de Zelaya es una transición de poder. Y, con la ayuda de lobistas en Washington, ha tratado de presionar a los Estados Unidos de reconocer el resultado de las elecciones presidenciales programadas para el próximo mes.
Muchos países latinoamericanos han expresado que no reconocerán las
elecciones a menos que el Sr. Zelaya, quien esta cercado en la Embajada de Brasil, si primero no es restituido en el poder. Los Estados Unidos ha amenazado con hacer lo mismo.
Un algo funcionario de la administración dijo que la Sra. Clinton habló con el Sr. Micheletti el viernes por más de media hora.
“el propósito era de recordarle que hay dos rutas a las elecciones,” dijo el funcionario, “una donde Honduras va sola y otra donde va con el apoyo de la comunidad internacional.”
El golpe en Honduras ha amenazado con convertirse en un punto de
Discordia entre la administración Obama y el resto de América Latina, cuando un creciente número de lideres han acusado a los Estados Unidos de fallar en ejercer la suficiente presión en el régimen de facto para forzarlo a comprometerse y detener la represión a periodistas, activistas de derechos humanos y manifestantes Pro-Zelaya. El tema también ha provocado dolores de cabeza al Presidente Obama en el Congreso, donde algunos republicanos han detenido varios nombramientos clave en el
Departamento de Estado como una medida de presión a la administración de revertir su condena al golpe. El grupo republicano, dirigido por el Senador Jim DeMint de Carolina del Sur, ha dicho que los oponentes de Zelaya no tenían otra opción que sacarlo porque quería extender ilegalmente su tiempo en el poder.
Mientra tanto, el Senador John Kerr, presidente del Comité de Relaciones Exteriores ha llamado a la administración a mantenerse firme en la condena del golpe. Frederick Jones, un vocero del Sr. Kerry, dijo el lunes, “El Sr. Micheletti debe tener claro que el golpe, y su disposiciones marciales de cerrar medios de comunicación, el hostigamiento y arresto de políticos, y su
influencia en las elecciones son inaceptables, y no lo conseguirá.”