La Coordinadora Nacional del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH) Bertha Oliva, ahondó en humanas.cl en el retroceso de los DDHH de las mujeres y el alto número de femicidios.
Las organizaciones de DDHH hondureñas han denunciado que a tres años del golpe de Estado, la situación de derechos humanos en Honduras sigue siendo de extrema gravedad. La reconocida defensora de los Derechos Humanos, fundadora y coordinadora del COFADEH, explica que la existencia de dicha organización responde a que ha habido una práctica y un sistema de impunidad en materia de violación a los DDHH.
“Hoy día, después del 28 de junio del 2009, donde en pleno siglo XXI vivimos una figura de esta naturaleza como es un golpe de Estado, la situación en materia de DDHH no es que haya empeorado: está en estado calamitoso, se vive en estado de emergencia”, enfatizó Bertha.
El monitoreo permanente que realiza el comité a nivel nacional, le permite afirmar que “el Estado de Honduras, sus organizaciones políticas, sus representantes y sus agentes se han convertido en una latente amenaza para el pueblo que demanda, que exige. Hay una continuación del golpe, hay una dictadura de Porfirio Lobos Soza”.
Bertha Oliva asegura que “estamos en un Estado peligroso y una situación peligrosa: por un lado, esta práctica la están llevando a cabo llena de un cinismo oficial”. La defensora sostiene que el gobierno a nivel internacional está instalando la idea colectiva y generalizada que es un régimen respetuoso de los derechos humanos. Por eso, los y las defensoras de derechos humanos están empeñadas en denunciar ante el mundo que no es cierto lo que oficializa el Estado de Honduras.
En materia de libertad de expresión, la defensora hondureña afirma que los dueños de los medios de comunicación son los mismos que dieron el golpe de Estado, por lo que dijeron que en Honduras no se había perpetuado ningún golpe militar, sino que lo que se había dado era una “sucesión presidencial”, figura que no existe en la Constitución hondureña. Asimismo, ya han sido asesinados 24 periodistas.
Dice que como defensores, “hablamos de las víctimas de pasado y de las nuevas víctimas que hoy nos toca acompañar, documentar; nos toca hacer demandas de justicia a nivel interno, aunque sabemos que es sólo un paso más para documentar los casos”.
Bertha explica que en Honduras en la actualidad, después del golpe militar, “hay instituciones públicas encargadas de aplicar justicia, pero no hay institucionalidad”. Cree que no va a haber institucionalidad mientras sigan a cargo de las instituciones públicas las mismas caras que avalaron y dieron el golpe militar de Estado. “Ése es el muro de concreto con el que nos encontramos: cómo ellos van a hacer juicios entre sí, cuando lo que demandamos esa práctica ejercida y avalada por los representantes de las instituciones del Estado”.
“Nosotras estamos muy dolidas (no quiero decir cansadas), porque somos depositarias de mucho dolor, de mucha angustia, de mucha desesperanza. Somos depositarias de las lágrimas de los familiares cuando su ser querido es asesinado; de las lágrimas de los familiares cuando su ser querido es desaparecido; de las lágrimas de las familias o, simplemente, de las personas que deciden alejarse del país para poner a salvo sus vidas”, dice la defensora en emocionantes palabras. Agrega que les costó entender que estaban viviendo momentos similares a los ya vividos en la década del ochenta.
Bertha conoce el dolor de cerca: perdió a su marido, el dirigente político Tomás Nativí, que fue secuestrado y desapareció en 1981. “Era un revolucionario que soñó con niños, pan y escuela”, ha dicho sobre él.
Consejo de DDHH de la ONU
La defensora de derechos humanos viajará a Ginebra a la 20ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de ONU, junto a Corporación Humanas de Chile, CELS de Argentina y Conectas de Brasil, para denunciar la situación de los derechos humanos en Honduras desde el golpe de Estado de 2009. “Creemos que hay que estar en todos los espacios necesarios, no para denunciar con el vigor de la fuerza de la voz, sino con la verdad en los labios y con la verdad en las manos”.
Afirma que espera que cuando el Estado de Honduras se someta a la revisión del Examen Periódico Universal (EPU) quede claro que lo que no hizo, fue porque no lo quiso hacer. “Porque tiene políticas claras y encaminadas a la represión, eliminación y persecución de los opositores políticos”.
Honduras ocupó el tercer lugar en muerte violenta de mujeres en la región centroamericana en 2010. En el año 2011, fueron asesinadas 460 mujeres, femicidios de los cuales no hay ningún culpable detenido, ni siquiera investigado. Hoy en Honduras, cada 48 horas se registra un caso de femicidio.
“La situación de protección de la vida en Honduras es grave. Pero nunca como ahora ha habido una persecución y odio contra la mujer. A nosotras las mujeres nos miran como objetos peligrosos”, sentencia.
Agrega que hoy en Honduras se han dedicado a sembrar el terror, a través del asesinato a la mujer hondureña y explica que “por un lado, éste es el patrón de inseguridad; pero por el otro lado, la cultura machista que impera en el país es tan fuerte”.
Respecto del proyecto de ley que propone encarcelar a las mujeres por tomar la píldora anticonceptiva de emergencia, incluso si han sido violadas, Bertha cree que si se aprobara y publicara, “nosotras las mujeres no tenemos por qué obedecer una ley que es inhumana, que es injusta, aunque la imponga la jerarquía de la iglesia católica”.
25/06/2012