• Casi 2 mil reclaman indemnización
Unos mil 900 ex trabajadores de Standard Fruit Company luchan por ser indemnizados al considerarse afectados por un químico altamente dañino utilizado por la Standard Fruit Company (SFCO) en Honduras desde 1967 hasta 1981 en las plantaciones bananeras de Coyoles Central en Olanchito, Yoro, e Isletas Central y Frutera Hondureña en el Valle del Aguán, sector del departamento de Colón.
La SFCO, subsidiaria de la DOLE, utilizó en Honduras y otros 15 países, el compuesto Dibromo Cloro Propano (DBCP), comercializado como Nemagón o Fumazone. El propósito era controlar los nemátodos, microorganismos que durante siglos han causado problemas en diversas partes del mundo al dañar la raíz de las plantas.
El resultado fue miles de hombres estériles y severos daños a la salud de todas las personas que se vieron expuestas al veneno. Standard Fruit Company ahora se llama Standard Fruit de Honduras y es siempre subsidiaria de la Dole.
Desde que lo comenzaron a fabricar a inicios de los sesenta la empresa transnacional sabía muy bien de los daños que el veneno causaba en las personas y a pesar de prohibiciones para su uso en Estados Unidos en 1977, lo continuaron utilizando en Honduras hasta 1981 sin hacer advertencias del riesgo y sin tomar medidas preventivas.
Los demandantes son parte de los 8 mil hombres y mujeres que fueron expuestos al veneno. Están Agrupados en la Asociación de Ex Trabajadores Bananeros del Norte de Honduras (Asextbanh) con 1,168 personas que coordina Fabio Ochoa en Tocoa, Colón, y tienen como apoderado legal al abogado Laureano Carvajal en Tegucigalpa.
Otro grupo de 704 ex trabajadores denominados “Movimiento Nemagón”, asentado en Savá, Colón, tienen la asesoría legal del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación (ERIC) una dependencia de los sacerdotes jesuitas en El Progreso, Yoro. Su apoderado legal es el abogado Amado Mencía.
12 años de frustraciones
Las gestiones para lograr que la compañía les reconozca una compensación económica por los graves daños a su salud iniciaron hace 12 años; pero hasta la fecha sólo han recibido falsas promesas y maniobras de la transnacional, desidia del gobierno, enredos judiciales de sus abogados y los tribunales, mentiras de representantes sindicales y muerte de quienes ya no pudieron con el cáncer y todas las demás afecciones atribuidas al veneno.
Los primeros reclamos por los daños del Nemagón los inició el Sindicato de Trabajadores de la Standar Fruit Company (SUTRASFCO) en 1993. Luego se conformaron organizaciones de los afectados, como la Organización de Defensa y Reclamos Nacionales de Honduras ODRENH con sede en Tocoa, Colón. También se cxonstituyeron la Asociación de Ex Trabajadores de Standard ADEXTRASH y el Comité pro Defensa de Derechos e Información de los Demandantes del Nemagón PRODEIDAN en Olanchito y La Ceiba.
Los trabajadores se quejan de que estas organizaciones muy poco avanzaron en hacer justicia a los afectados y todas ellas desaparecieron al darse cuenta de la farsa de los dirigentes. Fabio Ochoa señala que esas organizaciones le mentían a los afiliados y llegaron a acuerdos con el presidente Carlos Flores Facussé y la Standard, que no sirvieron de nada.
Dificil demandar en Estados Unidos
Alrededor de 20 mil afectados por el nemagón y Fumazone presentaron sus demandas en Estados Unidos, imposibilitados de reclamar en sus países por falta de legislación. Ante esa avalancha de demandas en 1990, la Standard o Dole procuró llegar a arreglos con los afectados en Honduras y otros países.
Previendo las demandas, en 1992 y 1993 la empresa mando a hacerse espermogramas (exámenes de esperma) a casi 2 mil hombres. Muchos de ellos ni siquiera habían laborado en la empresa, nunca habían visitado la zona donde se aplicó el veneno y vivían a cientos de kilómetros de las plantaciones tratadas con nemagón. Como es lógico, sus exámenes no revelaban ningún problema de infertilidad. Por toda la zona norte se difundió que la Standard estaba regalando 100 dólares y los gastos de viaje sólo por ir a hacerse un examen de esperma.
De esa manera la empresa pretendió por una parte demostrar que el nemagón no causaba esterilidad, y por otra, publicitar que estaba siendo responsable al reparar los posibles daños.
A los ex trabajadores que resultaron afectados la Standar les ofreció sumas miserables de hasta 20 mil lempiras como compensación a cambio de que firmaran un finiquito que les impedía demandar a la empresa en el futuro.
Inconformes con las compensaciones de la Standar y sabiendo de las demandas de trabajadores de otros países que se estaban haciendo en Estados Unidos, los ex obreros accedieron a través del Sutrasfco a demandar a la empresa. La demanda no prosperó, pero los juzgados estadounidenses ordenaron a la Standard detener los arreglos directos a que estaba llegando con los afectados.
Los trabajadores de diferentes países se enfrentaron a una serie de maniobras procesales de las trasnacionales en los tribunales estadounidenses. Casi todas las demandas fueron rechazadas mediante la figura jurídica de “foro no conveniente”. Curiosamente las oficinas de uno de las compañías demandadas está a tres cuadras de la Corte Suprema de Texas, pero los jueces alegaron que no tenían jurisdicción en el caso.
Nos han engañado
Los afectados por el DBCP dicen sentirse engañados por abogados nacionales y extranjeros “como el bufete Provos en Texas y Charles Siegel, comandados por el abogado Henry Dallt, Pedro Marroquín entre otros, y en Honduras los abogados Arístides Mejía, Milton Jiménez Puerto y Enrique Flores Lanza, todo esto fue un engaño frustrante desde 1993 hasta 1995”, dicen.
“Todo el fracaso se debió a los Abogados nacionales e internacionales susceptibles de soborno, dirigentes viciados y manipulados y la intervención del gobierno a través de presidentes, diputados, y ministros”, dice el representante del ERIC, Amado Mencía.
Igual sucede en Nicaragua y otros países donde a los apoderados legales que presentaron demandas a inicios de los 90 los acusan de vendidos.
En 1998 la Standar con el aval del gobierno inició un nuevo intento por “indemnizar” a quienes no había logrado comprar finiquito el 92 y 93. En el nuevo “programa” consideraba sólo a una parte de los hombres y afectados nada más por infertilidad, desconociendo todos los demás daños a la salud, a las mujeres y a los otros obreros que no trabajaban en la aplicación pero que fueron expuestos al mismo.
Quienes no cayeron en esa nueva trampa ahora están organizados en dos agrupaciones y reclaman una justa indemnización. Este nuevo esfuerzo de Asextbanh y Movimiento Nemagón parece ser el definitivo.
ASEXTBANH
En marzo del 2004 se constituye la Asextbanh. Ha interpuesto dos demandas, una en septiembre de 2004 por 367 personas y la segunda por 888, que incluyen a los herederos de 98 fallecidos y a las mujeres que trabajaron en las empacadoras y que manipulaban las aguas envenenadas por Nemagón. Las demandas constan en los expedientes B(5858)888 y B(5680)367.
Además están considerando demandar al Estado de Honduras por ser también responsable de esta tragedia laboral al permitir sin ninguna restricción la entrada de miles de barriles de Nemagón y Fumazone por las aduanas aún sabiendo que había sido prohibido su uso en Estados Unidos.
Recientemente se citó al gerente de Standard por parte del Juzgado Primero de lo Civil de Tegucigalpa, pero el mismo no asistió por que la cita estaba dirigida al anterior gerente general de apellido Brunelle y ahora es José Raúl Martínez Zelaya.
Fabio Ochoa confía en que su demanda tendrá buen resultado porque han llenado todos los requisitos. Para evitar que la empresa argumente como en otras ocasiones que los demandantes no fueron sus trabajadores, junto con la demanda presentaron dos cajas de documentos que incluyen copias de carnet de empleados, recibos de pagos y otros que demuestran la relación de trabajo.
Con respecto a los exámenes médicos que la empresa pretendió descalificar en el pasado, los han hecho en dos laboratorios. Incluso presentaron el diagnóstico a un trabajador por un médico en Estados Unidos donde directamente establece que el cáncer que padece es consecuencia de la exposición al nemagón.
Asextbanh está en disposición de hacer acciones en la capital para reclamar sus indemnizaciones y reclamar al Estado por su actitud cómplice y ha comenzado a coordinar con afectados de Nicaragua, Costa Rica y Guatemala para llevar adelante la lucha.
Según el coordinador, el apoderado de la Standard los ha llamado para estudiar la posibilidad de llegar a un arreglo extrajudicial y les ha manifestado que la empresa está interesada en que el conflicto se resuelva antes de noviembre.
Sin embargo, los trabajadores no están dispuestos aceptar negociaciones que no representan una verdadera compensación por los daños recibidos.
Movimiento Nemagón
El grupo se constituyó a principios del 2004 cuando acudieron ante el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, CEJIL, donde les recomendaron agotar las instancias legales internas.
De esa manera acudieron por apoyo ante el ERIC y un año después el representante legal del movimiento Nemagón presentó, el 3 de marzo de 2005, la “Demanda ordinaria de indemnizacíon por daños y perjuicios” ante el juzgado primero de letras de lo civil de Tegucigalpa.
El apoderado legal, Amado Mencía, considera un logro haber interpuesto la demanda y el hecho de que los ex trabajadores estén organizados y tengan claridad en los objetivos que buscan.
Mencía considera que “existe el marco jurídico adecuado para demandar justicia ante los tribunales de la República, esperando y confiando en la diligencia y transparencia de justicia”. Por ello, establece que no están interesados por la probación de una ley como la 364 en Nicaragua para proteger a los afectados por el Nemagón.
No apostaremos “por la aprobación leyes que no ayudarán en la lucha por la demanda de justicia. Se concluye esto, en virtud de lo inútil de la ley 364 aprobada en Nicaragua para los afectados por el Nemagón, pues a pesar de haber conseguido una sentencia favorable, el pago de la indemnización se hace efectivo en el país de origen de la transnacional, cayendo en una maraña jurídica en Estados Unidos, de tal manera que dichos trabajadores no han recibido un dólar”, afirma Amado.
Tampoco cree que se debe reclamar la intervención de las autoridades gubernamentales para que den respuesta a las demandas puesto que han demostrado “poca confiabilidad e ineficacia a lo largo de estos 12 años de lucha, no será prioridad el apostar por la intervención de dichas autoridades”, establece. Asegura que las 704 familias integradas en el Movimiento Nemagón están dispuestas a llegar a las últimas consecuencias, agotando las instancias judiciales nacionales e internacionales.
“Ellos confían plenamente en que alcanzaran sus objetivos y en última instancia, al menos tendrán la satisfacción de haberlo intentado y de haber puesto ante la opinión nacional e internacional un caso de impunidad de una transnacional más como la Standard Fruit de Honduras, S.A., que como muchas otras y en su mayoría gringas, sólo nos dejan gente enferma y explotada, saqueando nuestros recursos naturales”, dice el apoderado del Movimiento Nemagón.