En el foro “Hacia la Esperanza, Las Mujeres y la Migración Internacional” desarrollado hoy en Tegucigalpa, el representante del Fondo de Población de Naciones Unidas, Josef Maerien, dijo que el Informe de Población 2006, busca hacer un llamado urgente para que los países entablen una cooperación más fuerte a fin de que la migración sea más segura y equitativa. “porque hay una abrumadora necesidad de adoptar medidas más enérgicas para abordar la falta de oportunidades y la violación de los derechos humanos de las mujeres migrantes”, enfatizó el funcionario.
Sostuvo que las mujeres migrantes de América Latina que llegan a Estados Unidos, Canadá y otros países de Europa, aportan el trabajo manual en la agricultura y la construcción, hacen trabajos domésticos y aseguran servicios en hogares, hoteles y restaurantes. No obstante, “las mujeres suelen trabajar en un segundo plano y en general su labor no es reconocida pese a efectuar grandes contribuciones a sus familias y comunidades en los países de destino como en los de su origen”.
Recalcó que “pese a éstos importantes aportes a las mujeres migrantes se les despoja de sus derechos y son objeto de malos tratos, por ello, es que éste informe exhorta a los gobiernos y personas a reconocer y valorar las contribuciones de las mujeres migrantes y a promover y respetar sus derechos”.
Añadió que las mujeres son trabajadoras domésticas, cuidan a niños, niñas y ancianos, velan por los enfermos. Son obreras agrícolas, camareras, trabajadoras de fábricas en donde se les explota y en otro orden, son profesionales sumamente capacitadas, maestras, enfermeras, artistas del entretenimiento, trabajadoras del sexo, refugiadas, casadas, solteras, viudas, divorciadas jóvenes y ancianas. Y algunas son novias pedidas por correo. Muchas emigran con sus hijos y otras tienen que abandonarlos.
“Así que el informe muestra que si bien la migración puede abrir nuevas puertas hacia un mundo donde haya mayor igualdad y mejores oportunidades, también puede conducir a temibles infracciones a los derechos humanos, tales como la trata de blancas, explotación sexual y maltratos en las que desarrollan oficios domésticos”, sostuvo Maerien.
La Ministra del Instituto Nacional de la Mujer, Selma Estrada, relató que una dirigenta comunal de un barrio marginal de Tegucigalpa vendió su casa para pagarle a un coyote 20 mil dólares (unos 380 mil lempiras) para que éste llevara a su hija y sus 3 hijos a Estados Unidos.
Estrada agregó que “después de 18 días conocimos que ésta mujer y sus hijos llegaron a su lugar de destino sanos y salvos, pero ésta es excepción a la regla, ya que para la gran mayoría de mujeres enfrentan los peligros de ser explotadas sexualmente, ser utilizadas como mulas para el narcotráfico o exponerse a asaltos y violaciones en su travesía terrestre por territorio mexicano”.
La funcionaria señaló que cada día la migración se feminiza, cuando las estadísticas apuntan que de 80 mil personas que abandonan el país mensualmente, la mayoría son mujeres.
En el tema de la población hondureña y la juventud, el Director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) Sergio Sánchez, expresó que Honduras cuenta con una estructura poblacional muy joven donde el 40 por ciento es menor de 15 años. Destacó que “un país que tiene una proporción de población muy joven, significa que generará mayor presión por ingreso económico a las personas mayores que deberán ofrecer recursos para los servicios de educación y salud”.