La ampliación de la ICC, un reto nuevo para los derechos humanos

Las aparentes buenas noticias del gobierno sobre la ampliación de los beneficios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, por parte de Estados Unidos, parece estar alegrando a más de algún empresario y preocupando a las organizaciones de Derechos Humanos y alguna que otra organización obrera.

Es que para muchos políticos y empresarios esta “prevenda” comercial norteamericana abre las puertas al mercado gringo y a la inversión extranjera, pero por otro lado, en términos laborales se presume una multiplicación de los abusos y explotación de las y los obreros de la maquila que se sumarán como nueva fuerza laboral de este rubro productivo.

Ya son conocidas las constantes violaciones a que son sometidos(as) los trabajadores y es sabido nacional e internacionalmente que en las maquilas sistemáticamente se irrespetan las jornadas límites de trabajo, los derechos de las mujeres y donde las y los trabajadores son sometidos(as) a controles y supervisiones muy similares a los campos de concentración.

Gritos, amenazas, acoso sexual, despidos injustificados, irrespeto al Código del Trabajo y convenios internacionales, forman parte de una larga lista de violaciones a los derechos de las y los trabajadores, y sí a todo esto se suma la inoperancia de los órganos del Estado para hacer respetar las leyes laborales se puede presumir que en el futuro habrá una multiplicación de los atropellos a los obreros(as).

Si bien es cierto, que a partir de la ampliación dé la ICC en nuestro país muchas más personas podrán trabajar, no es menos cierto que las y los trabajadores buscan además de empleo un desarrollo humano que les permita vivir dignamente junto con sus familias y que en absoluto buscan ser objeto de atropellos o tratados como animales o como meras cifras económicas.

Lo que preocupa en este sentido es que la multiplicación de los “nichos industriales” (maquilas) traerá grandes dificultades en materia de derechos humanos y sociales, como la falta de control de las relaciones laborales, tratos inhumanos y una mayor y sistemática negligencia en cuanto a la resolución de los conflictos patrono-trabajador.

El reto está en la reflexión y acción conjunta entre organizaciones obreras, de derechos humanos y trabajadores en general en torno al crecimiento acelerado que esta experimentando y tendrá la maquila en los próximos años y que junto con este crecimiento aumenta también la necesidad de justicia laboral y por supuesto de respeto a los derechos fundamentales de las y los trabajadores de este rubro industrial.

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