Las obreras de esta empresa, donde trabajan unas 700 personas, se quejan de los malos tratos; como regaños, que reciben a diario. Aunque las obreras ponga su renuncia no se las quieren aceptan y las que se van solo cobran la semana de rezago. Según la ex obrera Sonia, las operarías son castigadas sólo por no hacer la meta de trabajo que es de 1,800 piezas diarias los castigos son hasta por tres días de suspensión, sin goce de sueldo. “Los coreanos dicen que como entran así deben salir las trabajadoras” . La obrera, quien trabajó por ocho años, decidió poner su renuncia porque estaba cansada por los maltratos que recibía ella y sus compañeros. Fue a las oficinas del Ministerio del Trabajo de San Pedro Sula para se le hiciera efectivo su pago de derechos adquiridos porque hasta eso le niegan en esta empresa. Sonia denunció a Sara López supuesta integrante de la organización MOMUCLA de Choloma, quien aseguran
que en enero del año anterior la empresa le entregó 50 mil lempiras para no ayudara a las trabajadoras. Esta mujer les
pedía 20 lempiras por reunión y en otras reuniones pidió 200 lempiras por cada trabajadora para pagar un supuesto abogado.