Socióloga Isbella Orellana cuestiona informe del CNA

A las 9:30 de la mañana de ayer, el pastor José Oswaldo Canales, coordinador del CNA, el alcalde de San Pedro Sula, Juan Carlos Zúniga, y el de Puerto Cortés, Allan Ramos, también Daysi de Anchecta, magistrada del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), se sentaron a la mesa y comenzaron con la presentación del informe, cuyo final recibió un golpe inesperado.

Luego de las disertaciones de los invitados, la tradicional exposición técnica de Juan Pablo Rivas, consultor de CNA, y las anécdotas de corrupción observadas por la dirigente campesina Lucila Licona, Orellana se presentó ante más de un centenar de personas y solicitó la palabra.

El maestro de ceremonia se la negó. Ante la negativa, Orellana arremetió contra los expositores y presentó cuestionamientos sobre las investigaciones, procedimientos y contenido del documento de 190 páginas, presentando en el salón de cultos del Centro Cristiano Internacional (CCI), ubicado en la colonia Trejo.

Isbella criticó, ante los miembros del CNA y ciudadanos, que el informe carecía de fundamentos científicos que demostraran fielmente la verdadera situación de la corrupción, pues además de no citar la población y la muestra encuestada, el contenido era pobre y sesgado.

Por ejemplo, de acuerdo con el informe, la mayoría de hondureños considera que el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (dirigido por Ramón Custodio) y el Instituto de Acceso a la Información Pública (envuelto en escándalos por pleitos internos) son instituciones que “están desarrollando un buen trabajo”.

Según reza el informe en la página 85, “el ‘respeto a Dios’ sigue siendo para los y las encuestadas, el principal valor que se ha perdido en Honduras” y por ese motivo “los ciudadanos y ciudadanas comenten actos de corrupción”.

Isbella dijo que “el respeto a Dios es un asunto privado”, un elemento subjetivo que no tiene cabida en los análisis científicos, y que no debe ser un pretexto para absolver de culpa a los corruptos. “No es posible que esta gente nos diga que los mayores problemas es no creer en Dios”.

“Francisco Morazán dijo que el Estado de Honduras es laico. Los pastores y sacerdotes no deben participar en política”, criticó Isbella bajo la mirada de Canales.

El pastor Canales, llamado reverendo por sus “hermanos” en Cristo, asumió la dirección del CNA en octubre de 2009 en sustitución de Juan Ferrera.

Canales, quien ayer sería el encargado de cerrar la ceremonia de presentación del informe anticorrupción, apoyó públicamente el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya Rosales y todas las acciones del gobierno de facto liderado por Roberto Micheletti.

Pese a que el documento lleva el título de “Informe Nacional de Transparencia hacia una Política Integral Anticorrupción 2009”, no consigna en el capítulo de “Indicadores de Gobernabilidad” todos los acontecimientos suscitados tras el golpe de Estado perpetrado contra el gobierno de Zelaya Rosales.

Para Orellana, miembro del círculo de académicos de San Pedro Sula, es “insólito” que “en un informe sobre corrupción no hablen del golpe de Estado y todas las reparticiones hechas por Micheletti durante siete meses”.

Debido a las inesperadas críticas de Isbella, los alcaldes abandonaron la mesa y los representantes del CNA decidieron suspender la presentación del informe la cual entraría a una etapa preguntas y respuestas.

El 95 por ciento de los hondureños considera que en Honduras existe demasiada corrupción, según el informe.

El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), creado por iniciativa del presidente Carlos Roberto Flores (1998-2001), está integrado por 12 organizaciones de la sociedad civil. Es la primera vez que es dirigido por un líder religioso.

LOS TRES PROBLEMAS

De acuerdo con encuestas realizadas por Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), los principales problemas que golpean la sociedad hondureña son:
1- La delincuencia (40.7 por ciento)
2- El desempleo (21.4 por ciento)
3- La corrupción (19.1 por ciento).

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