El Acuerdo Tegucigalpa–San José, auspiciado por la OEA y el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América para restaurar la democracia, fue violentado abiertamente por el régimen de facto al pretender el señor Micheletti encabezar el gobierno de reconciliación, negándose a convocar al Congreso Nacional, incumpliéndolo en tiempo y forma; como consecuencia, el Acuerdo se declaró sin valor ni efecto.
Por lo tanto, el proceso electoral del 29 de noviembre sin acuerdo político es ilegal y violenta los derechos de los electores, porque oculta el golpe de estado militar y el régimen de facto en que vive Honduras. Es una maniobra electoral antidemocrática repudiada por grandes sectores del pueblo ya que encubre los autores materiales e intelectuales del Golpe de Estado.
Será una vergüenza histórica para Honduras y una infamia para los pueblos Democráticos de América que el Presidente electo por el pueblo, esté rodeado de militares en la sede diplomática de Brasil, mientras el tirano, impuesto por los militares, este con los poderosos en el palacio de gobierno,
Las Próximas elecciones no tienen ninguna legalidad, no gozan del respaldo internacional especialmente de la OEA y la ONU. Oficialmente todos los países se han pronunciado desconociendo este proceso electoral a excepción de los Estados Unidos de América, que se ha manifestado con ambigüedad.
Como Presidente de Honduras, afirmo que, bajo estas condiciones, no respaldaré el proceso electoral y procederé a impugnarlo legalmente, en nombre de los hombres y mujeres de mi País y de cientos de dirigentes y líderes que sufren represión y competencia desleal, sin libertad ni dignidad.
Hago un llamado al Pueblo Hondureño para que no se preste a legitimar este golpe de estado, ya que, es la intervención abusiva de las castas militares en la vida cívica de nuestra nación, es una nueva guerra contra los procesos de reformas sociales y democráticas, tan necesarios en Honduras.
Sin revertir el golpe de estado el Presidente que surja será débil, sometido a las élites que podrán derrocarlo cuando les estorbe y con ésto los pobres de Honduras, estarán condenados a que nunca se tomen medidas a favor de ellos.
Compatriotas hago un llamado a mantenerse firmes, luchar contra el golpe de estado, luchar por nuestra democracia sin ocultar la verdad y luchar pacíficamente por nuestras ideas.
Solicito al pueblo hondureño a que este 29 de noviembre reflexione y de manera consciente impugne y denuncie el fraude electoral.
Con un pueblo decidido no hay armas, no hay ejército, ni maniobra capaz de detenerlo.
19 de Noviembre del 2009
Nuestras armas son las ideas, nuestra lucha es pacifica.
GOBIERNO DEL PRESIDENTE DE HONDURAS
JOSE MANUEL ZELAYA ROSALES