“Si yo fuera el presidente (dominicano Leonel) Fernández no recibiría a (Porfirio) Lobo”, exclamó ante medios de prensa locales el presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín.
El legislador consideró, sin embargo, que Fernández está en su derecho de reunirse con el presidente electo hondureño.
“Si lo recibe, razones poderosas tendrá, pero en lo que a mí respecta, no estoy de acuerdo con esa visita”, apuntó el diputado del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que lidera Fernández.
Lobo anunció ayer en Tegucigalpa que se reunirá con Fernández el jueves en Santo Domingo como parte de una ofensiva diplomática dirigida a “abrir puertas” a su eventual Gobierno.
Sin embargo, el viaje también fue rechazado por el portavoz de los senadores oficialistas locales Luis Canaán, quien deploró que se le reciba en estos momentos.
“Sin arrastrar a mi bloque ni a mi partido, sino como senador de la República yo condeno, deploro, que en estos momentos se le reciba en la calidad que él ostenta entre comillas de presidente electo de Honduras”, dijo el legislador.
En similares términos se expresó el también senador oficialista Adriano Sánchez Roa, al considerar que un recibimiento oficial a Lobo significaría el reconocimiento al golpe de Estado que sacó del poder a Manuel Zelaya.
“Para legitimar las elecciones hay que estar de acuerdo con Zelaya, de lo contrario legitimar a Lobo y dejar a Zelaya como está, es apoyar el golpe de Estado a Zelaya”, valoró.
La oposición a la visita de Lobo también encontró eco en el Foro Social Alternativo (FSA), que criticó a Fernández por recibir “a quien fuera parte del grupo de golpistas que derrocó a Zelaya”.
El FSA calificó como una “vergüenza” para el país que, luego de que Fernández condenara enérgicamente el golpe de Estado en Honduras, ahora se “destape” recibiendo a Lobo en la sede del Gobierno dominicano.
Lobo, quien resultó el ganador de las elecciones celebradas el 29 de noviembre pasado, viajó hoy a Costa Rica para reunirse con el presidente tico, Oscar Arias, y con el gobernante panameño, Ricardo Martinelli.